como un monstruo durmiente de corazón licuado;
lamiendo riberas de niebla y ensueños,
atrayendo a doncellas que aún no tenían dueño.
No sigas esa senda, decían los más viejos,
pues allí se agazapa el estuario Lago Espejo.
Robando juventud, belleza y dulzura
se apodera de toda primorosa criatura.
Paloma era el nombre de la bella moza
que quería poder por sobre... (seguir)
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